El gran misterio del amor, aquello por lo que todos hemos venido al mundo, para amar y ser amados. No solo me refiero al amor romántico de pareja, sino también, de amor por la familia y las amistades, el amor por las aficiones y actividades que nos hacen disfrutar, y por supuesto, sin olvidar el amor por uno mismo. Soy una fiel creyente que el amor mueve el mundo, de la forma mas sincera y buena possible.

Cuando empezamos a conocer a una persona que nos gusta, y vemos en ella una futura relación, en nuestro mundo aparece una nueva ilusión. No siempre es fácil y menos cuando eres joven, ya que muchas veces hay un miedo a compromiso, o simplemente, a pensar que puedes encontrar a alguien que se adapte mejor a tus esquemas. Supongo que este es uno de los errores que cometemos al estar viviendo en la era de las redes sociales, donde tenemos conciencia de la diversidad de personas que existen y que con tan solo una interacción en su perfil puedes llegar a conocer. Esto no sucedía años atrás, y por esta razón las relaciones empezaban a una edad mas temprana y eran mas duraderas, con mas confianza y menos comparaciones.

Hay amores que te provocan ansiedad, en vez de paz y tranquilidad, pero nos mantienen enganchados, como una especie de dopamina que controla nuestro estado de animo a cada segundo. Puede que sea una relación tóxica e incluso hay ocasiones en que son casi-algos, es decir, sin un compromiso serio por parte de la otra persona, pero prefieres tener un poco de ella a no tener nada. Debemos evitar estas situaciones y priorizar nuestro bienestar mental, porque esa persona no te valora ni te quiere al mismo nivel que tu lo haces, aunque no se quiera admitir porque duele.

La película “Mi lista de deseos” de Netflix me dejo reflexionando sobre las cuatro preguntas sobre el amor verdadero, que son las siguientes:

• ¿Es bueno?

• ¿Puedo contarle todo lo que siento?

• ¿Me ayuda a sacar lo mejor que llevo dentro?

• ¿Te lo imaginas como el padre de tus hijos?

Creo que son bastante acertadas, porque si la persona que estas conociendo no satisface unos mínimos tan importantes como los que determinarán tu relación, y por tanto, también tu vida, ¿vale la pena seguir invirtiendo tiempo en algo que no te llevará a donde quieres estar?

El amor no es algo que simplemente llega, sino que se construye a base de dedicación y constancia mutua. Es un camino largo, lleno de momentos felices, pero también de baches y desafíos que se deben superar juntos. Pienso firmemente que cada paso dado merece el esfuerzo y que al final del dia lo que realmente importa es saber que has compartido tu vida, tus sueños y tus luchas con la persona que tienes al lado, porque compartir es vivir.

El mensaje que siempre se ha transmitido a través de las historias de amor: esa persona perfecta, estable y atractiva que te ayuda a superar tus miedos y a descubrir facetas de ti mismo que aún no conocías, sí existe. El problema es que no sabemos reconocerla cuando la tenemos frente a nosotros, y solemos aferrarnos a los mismos patrones que no nos hacen bien. Las películas y los cuentos pueden estar magnificados, pero si en lugar de quedarnos con lo superficial, comprendemos su mensaje profundo, descubriremos que la fantasía es muchas veces escuela de la vida.